El año financiero es un período fiscal que dura exactamente doce meses. Durante este tiempo una compañía planifica y organiza su calendario. Por esta razón, también recibe el nombre de año fiscal.
¿Qué es el año financiero?
Un año financiero se refiere al inicio y final de un período de doce meses de duración. En este tiempo las compañías llevan a cabo sus obligaciones tributarias, mientras al mismo tiempo realizan la planificación del siguiente ejercicio fiscal para el año entrante.
- Las compañías pueden establecer el inicio y final de su año con total libertad.
- No es necesario que coincida con el año natural, aunque es lo más habitual.
- Las empresas adaptan sus actividades financieras a los pagos de impuestos.
El año fiscal ajusta su naturaleza a todos los cambios estacionales que ocurren en el período de 365 días. Lo habitual es que comience el 1 de enero y culmine el 31 de diciembre. No obstante, en los países anglosajones se modifica la fecha para que coincida con el calendario escolar.
A lo largo de este período de doce meses las compañías desarrollan sus actividades comerciales. Siempre están de acuerdo a la ley tributaria del territorio, lo que implica el pago de impuestos.
Compromisos en el año financiero
Durante toda la extensión del año fiscal, todas las instituciones, compañías y empresas deben hacer frente a sus obligaciones tributarias. No importa la naturaleza que tengan, es necesario pagar los impuestos más importantes. Entre ellos están incluidos los siguientes:
- Impuesto al valor agregado
- IRPF
- Impuesto de sociedades
Por otro lado, es importante destacar que estos impuestos se asumen con una periodicidad que varía en cada tipo. Por ejemplo, el pago del IVA se hace cada tres meses, mientras que el pago de impuesto de sociedades se realiza cada año.
Cierre del año fiscal
Cuando llega el fin del año financiero, todas las compañías tienen el deber de hacer ajustes y trámites. Estos son imprescindibles tanto para el control como para su seguimiento a nivel legal. De esta manera, al finalizar el año desde el punto de vista financiero, se cierran los libros contables.
Lo mismo ocurre para el balance de situación, al igual que el pago de los impuestos correspondientes para cada ciclo.
Cómo hacer un buen cierre de año financiero
El cierre fiscal implica la finalización contable por el período de doce meses ya establecidos. Es uno de los trámites con más importancia, así que se debe optimizar lo mejor posible. Los pasos para un cierre eficaz son los siguientes:
- Realizar el cierre rápidamente: No hay que esperar a que pasen muchos días posteriores a la fecha de culminación del año calendario.
- Analizar el balance: Evaluar la situación para ver cómo ha sido el rendimiento económico.
- Analizar cuentas: Implica números de pérdidas y ganancias.
Finalmente, es necesario revisar la contabilidad, comprobar sumas y saldos y prestar atención a los ajustes contables al finalizar el ejercicio.